domingo, 20 de junio de 2010


Sentidos

Joven lobo con ojos amarillos-dorados.
Pueden cazar tanto de día como de noche gracias a su agudísimo sentido del olfato y a su visión nictálope, para poca luz, dado que sus ojos poseen un tapetum lucidum tras la retina. Sus largos y poderosos hocicos ayudan a distinguirlos de los coyotes y chacales, los cuales tienen hocicos más estrechos; y de los perros que generalmente los tienen más pequeños. Los lobos difieren también en ciertas dimensiones craneales, teniendo un ángulo orbital más pequeño que, por ejemplo, los perros (53º estos y 45º los lobos), así como en una mayor capacidad cerebral, siendo la bóveda craneana un 20% más grande.

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